sábado, 18 de septiembre de 2010

Sendero de tristeza, impotencia y horror.


Este sábado hemos hecho una ruta que yo he recomendado con mucho empeño varias veces, desde el Pou Clar (Ontinyent) hasta Bocairent, por el Barranco dels Taronjers, ida y vuelta, para terminar en el Pou y darse un refrescante baño en sus pozas. Esta vez hemos sido seis los senderistas, Pedro, Reme, Encarna, Vicky, Pablo y yo.


Sería, sinceramente, una falsedad si dijera que sólo nos movía para hacer este camino la belleza del lugar; las últimas noticias sobre el incendio en la zona también despertaron nuestra curiosidad. Pero, os lo juro por lo más sagrado, que jamás pensé que el fuego habría devorado toda la zona. Es una continuación de imágenes dantescas, una serie de desoladoras estampas que las fotos que os acompaño no reflejan ni el uno por mil de lo que se puede sentir al recorrer este sendero.

Ante tal despropósito se me pueden ocurrir cientos de miles de palabras mal sonantes, sobre todo después de saber que ha sido provocado.

Mis deseos más fervientes son que puedan dar con los terroristas que han cometido dicha barbarie, que caiga todo el peso de la ley sobre ellos y que no se les reduzca ni un sólo segundo de condena.
Ahora sólo queda mirar con esperanza estos campos destruídos, pedir a las autoridades que colaboren en una reforestación responsable, que los ciudadanos seamos respetuosos con la naturaleza y que la vida brote de nuevo devolviéndole todo el esplendor que se merece.

Después de todo este triste recorrido nos hemos encontrado el pueblo de Bocairent, como una ráfaga de aire fresco. Allí hemos hecho un alto para almorzar, echar unas risas con la gracia granaína de Vicky, que te partes cuando habla, y más tarde el regreso por el mismo fantasmagórico sendero.


A la llegada al Pou Clar, lugar que afortunadamente se ha librado de las llamas por los pelos, nos hemos dado unos agradecidos chapuzones y...
Después, cada mochuelo a su olivo...




Valoración: Sin palabras.
Muy recomendable si quieres ver o quieres hacer comprender que hay que cuidar de nuestro entorno para poder cuidarnos a nosotros mismos.

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