Ayer encontré esta ruta en un buscador y me gustó; era algo nuevo, no estaba demasiado lejos y tenía muy buena pinta.
La mañana ha despertado espléndida y he comenzado la caminata desde las afueras de Castalla.
Un sendero que, hasta llegar a la cumbre, es 'durillo'... todo en ascenso sin descanso, incluso en algunos tramos me ha recordado el pasado trekking de los Annapurnas (sendero rocoso, empinado y bestialmente escalonado). No me extraña el nombre del pico (El Despeñador)... cuando llegas, con la lengua fuera y exhausto, lo único que puedes hacer es 'despeñarte'... jajajaja.
Unas vistas que quitan el hipo, la atmósfera estaba tan limpia que se podían ver multitud de cimas, ofreciendo a la llegada un espectáculo tan maravilloso que merece la pena tanto esfuerzo.
Ha sido una ruta muy especial (sobre todo después de la desastrosa caminata de hace dos días).
Cuando ya le he encontrado el punto 'G' a la sierra he estado un buen rato reponiendo fuerzas allá en lo alto y acompañando mi soledad con esa paz que sólo sabe darme la montaña. Cada vez me gusta más lo que hago; son pequeñas pruebas superadas que engrandecen mi espíritu.
El descenso, aunque largo, ha sido mucho más fácil. He puesto el turbo, jejeje, y he llegado al coche, ya cansado por supuesto, para tomar el camino a casa.
Un buen sábado senderista.
Ah, y gracias Sergio por tu presente; sin él no podría insertar estas imágenes tan bellas.
Sigue la ruta en Wikiloc.
Valoración: 4****
Recomendable: Muy recomendable por su belleza extrema.
