Hoy sí, por fin.

Hoy, a diferencia de ayer, el día ha amanecido perfecto; otoñal pero perfecto.
Teníamos nuestras dudas pero al llegar a nuestro destino se han disipado todas.

Esta vez me he unido al grupo formado por mi hijo Pablo, sus colegas José y Sergio y Brutus, el perro de José. Hemos elegido la zona del Xorret de Catí, más concretamente 'La foradá', una pequeña cresta de 50 metros de alto por unos 300 de largo que va de este a oeste quedando sus dos vertientes orientadas al norte y al sur, respectivamente.

El motivo de acercarnos hasta allí no era otro que... el de realizar unas cuantas vías de escalada. Sí, estáis leyendo bien, he dicho es-ca-la-da, no he escrito ni ensalada ni escalibada.
ESCALADA... jejejeje
Ya, ya sé que podéis pensar que me pongo un poco tontorrón pero...
Joder, es mi primera vez (a los 54 años, no te fastidia!!!), era mi bautizo y, eso, es como para estar algo nervioso. Nervioso y contento (podéis ver que no sólo yo, hasta el perro da saltos de alegría)


Hemos elegido la cara este de esa cresta por ser la que contiene las vías más sencillas, que la cara norte es para super expertos.De todas formas hemos hecho una primera de nivel 3 y dos de nivel 4.



Yo creo que para ser mi primera vez no está mal del todo.

Y... me ha encantado. Aún estoy como un crío cuando le regalan el escalextric, jejeje.
Bueno, finalizando, ha sido un día muy especial, excitante y hermoso con una compañía de la leche, gente joven y 100% sana que me ha llenado de entusiasmo e ilusión. Pienso repetir, seguro.


Valoración: 5*****
Recomendable: De todas, todas. Hay que perder el miedo y disfrutar de la aventura de vivir.

La próxima tal vez

La verdad es que desde hace unas semanas no pongo nada en este blog. Los motivos han sido variados y totalmente justificados.La celebración del cumpleaños de mi hija Livia hizo que postpusiéramos la ruta en el segundo fin de semana de este mes. Esto nos hizo cambiar la montaña por una jornada familiar estupenda. Mereció la pena.


El tercer fin de semana estuvo ocupado por ese viaje a Marrakech que realizamos mi hija Julia y yo; algo que me hizo cambiar el sendero por el callejeo en esa maravillosa ciudad marroquí.


Y en esta última semana de octubre la gota fría y la gripe (que me ha hecho pasar del couscous a comerme los mocos) está convirtiendo éste en el mes del 'dique seco', en cuanto a rutas se refiere.
Hoy ya parece que me encuentro un poco mejor y... confío en poder hacer algo mañana domingo.
Por supuesto, os mantendré informados.

Sierra de Biar

La mañana se ha levantado algo nubosa y fría; parece que por fin el otoño empieza a llamar a la puerta.
Hoy, Pablo y yo, hemos decidido hacer la ruta que recorre la sierra de Biar.


Un sendero bastante conocido ya que ésta es la novena o décima vez que hago, no demasiado complicado y con unos rincones muy bellos.


En un principio iba a acompañarnos José y Brutus pero... parece que, én el último momento, se han rajado... jejejeje (bueno, se lo perdono)


Conforme ha ido avanzando el día la temperatura ha ido caldeándose aunque la brisa aún traía ese frío que ha reinado durante la noche. Frío que me he traído a casa y que me tiene ahora con un trancazo de aupa.



Ha sido una ruta muy tranquila y hermosa, no sólo por el bonito paisaje... también por el hecho de estar acompañado por mi hijo.



Hemos comenzado en la ermita de Biar, donde hemos dejado el coche, y continuando por el camino que lleva hasta el Reconco, siguiendo hasta la Font de Soriano, Fontarbres, el cruce con la senda de Onil, Alt de la Creu, Penya la Blasca, Valleta de Benassai y volviendo por la vía pecuaria que lleva hasta el Aula de la Naturaleza de la Cova Negra y continuando por la misma para llegar a Biar, hasta la Ermita de la Mare de Deu donde hemos cogido el coche y de regreso a casa.


Valoración: 4****
Recomendable: Sí, claro (a pesar de estar ahora con un trancazo de la leche)