Primer sábado de mayo y nosotros, para no perder la costumbre, hemos hecho una jornada de senderismo. Hoy no ha sido una gran caminata, ha superado en muy pocos metros los 5 kilómetros, pero ha sido una novedad.
El grupo: José, Carlota, Iván, Pablo, Brutus, Yuma y yo.
Nos hemos dirigido hasta la población de Calpe, en la comarca de la Marina Alta, para hacer el Peñón de Ifach.
En la historia de esta gran roca hay que hablar de los fenicios que la llamaron Roca del Norte, para diferenciarla de la der Sur, el de Gibraltar. Esta es la razón por la que los árabes lo llamaron Ifach (que significa Norte)
En el año 1987 se declaró Parque Natural.
El Peñón pertenece a una formación rocosa que unía la Península Ibérica con las Baleares durante el período Mioceno.
Desde esta impresionante atalaya se puede contemplar gran parte de la costa alicantina, desde el Cabo de las Huertas hasta el Parque Natural del Montgó
El recorrido del sendero no ofrece gran dificultad, en cuanto a la subida se refiere, pero la piedra es muy resbaladiza y hay que tener bastante cuidado, aunque se lleve el calzado adecuado.
Desde su vértice geodésico la vista en 360º es una pasada total.
También a tener en cuenta son las miles de gaviotas que pueblan esta gran mole de piedra.
Precisamente por ser época de cría están muy volcadas en la defensa de sus nidos y sus polluelos y... con mucha facilidad te pueden bombardear con sus cagadas (nada agradables y bastante abundantes)
En definitiva, una mañana muy agradable, en una ruta nueva para nosotros y una compañía excepcional.
Vuelta al coche y, sin prisa, a casa.
Valoración: 4****
Recomendable: Tan sólo por las vistas, muy recomendable.
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