Primer domingo de septiembre. Las pasadas lluvias han dejado, por fin, una atmósfera limpia y una temperatura muy agradable.
Pablo, Yuma y yo nos hemos dirigido hasta la población de Banyeres de Mariola, en la sierra que lleva el mismo nombre, para hacer uno de los senderos que conducen hasta el nacimiento del Río Vinalopó.
Hemos aparcado el auto a la altura del cementerio y nos hemos puesto en marcha por el Camino de la Sierra Mariola, una pista que pasa por las faldas del Morro del Porc y Plá de Ánimes, hasta llegar a la carretera CV794 que va desde Alcoi hasta Bocairent.
Aquí hacemos un cambio radical de dirección, volviendo esta vez hacia el sur. por el camino que se dirige al Alt de les Porretes y Els Bruchs, donde comienza el nacimiento del Vinalopó.
El paisaje es muy hermoso y la luminosidad del día hace que aún lo sea más.
Por el verdor del paisaje (a pesar de este viejo árbol muerto) ya se intuye que el agua se encuentra cerca.
En el camino hacemos un pequeño desvío para subir hasta el Castillo del Vinalopó o de Les Torretes.
Una espectacular atalaya desde donde se puede contemplar con claridad gran parte de esta sierra, pulmón de la provincia.
Ahí, un alto en este camino para (ya os podéis imaginar para qué!!!)... refrescarnos y echar unos cigarritos.
Continuamos el sendero en busca del agua.
Ya casi se huele.
De pronto, entre la espesura, se ven los primeros hilillos de agua que corren por entre la vegetación.
El Vinalopó, si no me equivoco, se nutre de distintas fuentes y aguas subterráneas pero...
El Vinalopó, si no me equivoco, se nutre de distintas fuentes y aguas subterráneas pero...
La impresionante Font de la Coveta con su manantial cristalino es la que alimenta este río de manera más abundante y desde donde se da comienzo el Nacimiento del Vinalopó.
El espectáculo es bello y la ruta, aunque ya queda poca, toma otra dimensión, mucho más fresca y alegre si cabe.
Al ser domingo y de fácil acceso, en la zona se advierte la presencia de familias y gentes (vamos, los propiamente 'domingueros')
Llegamos, siguiendo el cauce, a la torre y el edificio de la Fábrica de Blanes, conocida también como Molins de D'Alt y de Baix. Comenzaron a finales del s.XVIII como molinos de harina, después, en el s.XIX, fueron molinos de papel y el 1942 dejaron de funcionar
En este punto, dejamos de seguir el río para tomar la vía que nos conduce hasta la población de Banyeres (casualmente hoy en fiestas).
El camino nos lleva al pueblo por las urbanizaciones del Plá Roig, el Polideportivo y... el cementerio, que es donde tenemos el auto.
Vuelta a casa.
Vuelta a casa.
Ha sido una ruta de 12 kilómetros (+/-), muy sencilla y agradable, hecha en un tiempo más que bueno; tres horas, paradas incluídas.
Valoración: 3***
Recomendable: Mucho. Hay varias opciones de recorrido, más o menos larga; todo depende del plan que se tenga.
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