El día ha amanecido caluroso y desapacible, hasta el punto que parecía poder sorprendernos con alguna tormenta de verano.
La ruta elegida es la que se inicia desde Planes de la Baronía y hasta allí hemos ido temprano Pablo, José, Brutus y yo.
Comenzando en este hermoso pueblo hemos subido hasta la ermita por su vía crucis, desde donde hemos podido ver el Embalse de Beniarbeig y el Benicadell y el Montcabrer con sus cumbres cubiertas por una espesa sábana de nubes.
Atravesando campos de cultivo hemos llegado hasta el Gorg del Salt, una gran poza que, a pesar de la escasa lluvia que ha caído este año, aún recibe un leve chorrillo de agua que la mantiene llena, aunque, seguramente debido a su lenta renovación, se nos ha presentado con un intenso color verde. Color que, todo hay que decirlo, no nos ha invitado al baño pero a Brutus ésto no le ha supuesto ningún problema y se ha pegado unas zambullidas increíbles.
Aunque el verano ya está en su zenit, la naturaleza nos ha mostrado un sinfín de rincones plagados de frondosa vegetación, frutos a un paso de su madurez y un montón de bichejos que le han dado al camino un interés adicional.
Después, hemos tomado el sendero por el barranco de la Encantada que, con toda seguridad, es el momento de la ruta más bello. Su paso entre sierras, sus paredes estrechas, el frescor, sus manantiales, sus pozas, el sonido del agua, el molino que lleva el mismo nombre y la cantidad de plantas que lo puebla lo convierte en un auténtico espectáculo.
Aquí haré un pequeño inciso para decir (ya sé que diréis que es pasión de padre):
Qué reguapo está Pablo en esta foto!!!
El sendero sigue, sierra arriba, hacia una pista y una carretera que nos lleva de nuevo a nuestro punto de partida, Planes de la Baronía.
Allí hemos tomado el coche y... de vuelta a casa.
Un agradable sábado.
Valoración: 4****
Recomendable: Mucho, en cualquier época del año.
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